El nivel
Leo fue excluido sistemáticamente de la educación formal al no tener documentos de identidad.
Cuando finalmente logró ingresar a la escuela, la maestra le informó a su representante que lo iba a nivelar ya que estaba más adelantando que el resto del grupo.
El fin de semana Leo ayudaba a su tío albañil.
- ¿Qué es esa tablita? - preguntó curioso.
- Esto es un nivel. Lo colocas acá...das un golpe por aquí…otro golpe más fuerte por acá y ¿ves? ¡Ya el bloque está nivelado!
Leo, con ojos desorbitados exclamó:
- ¡Yo no quiero que mi maestra me nivele!
Con seguridad, te amo:
Al día siguiente de la celebración de sus quince años, Marisela y yo recogíamos los desechos del decorado de la fiesta cuando en tono confidencial me confesó:
- Seño, ayer mi novio me pidió una prueba de amor. Yo le dije: Con seguridad, te amo: primero, usas el condón; segundo, no haces nada que no me guste; tercero, nada de violencia ni física ni psicológica y si no cumples con alguna de las anteriores, te denuncio.
Femineidad
Dhayana, adolescente vocera de deporte de su consejo comunal, observaba una gráfica del periódico regional donde una muchacha se exhibía semidesnuda. Con un dejo de crítica, exclamó:
- Las mujeres que necesitan cejas tatuadas, uñas acrílicas y senos de silicona no es que les falten estos atributos, es que no tienen nada en la cabeza, no trabajan por el país ni saben bailar tambor veleño en la cama.
¿Profesión o nacionalidad?
Disfrutándose una tarde en el vaivén del chinchorro, conversaban la abuela y el nieto sobre el trabajo de ella y el por qué éste, al ser servidora pública, le alejaba muchos días de su presencia.
Entre tantos interrogantes y respuestas de ida y vuelta la abuela le preguntó al niño cuáles eran sus planes profesionales, pregunta un tanto prematura a sus cuatro años.
- Fabo, ¿qué te gustaría ser cuando seas grande?
- Médico cubano –respondió de inmediato.
Sonreída le explicó con ternura que habiendo nacido en Venezuela él era venezolano, si hubiese nacido en Cuba, sería cubano.
-Yo sé, abuela. Pero me preguntaste qué quiero ser, no dónde nací.
Proyecto de vida
En el municipio Páez del estado Zulia, un amigo wayúu estaba muy preocupado por la ausencia de proyecto de vida de los niños, niñas y adolescentes y me invitó a un conversatorio con sus estudiantes de primero, segundo y tercer grado.
Como parte de la dinámica, copiaba en un papelógrafo lo que expresaban como proyecto de vida.
El marcador se quedó en el aire cuando escuché una vocecita que dijo:
-Yo quisiera ser sicario.
Me volví y mirando al dueño de aquella afirmación le pregunté:
-¿Tú sabes lo que es ser sicario?
- ¡Sí! Mato gente y me pagan por eso.
Luego de un breve silencio, agregó:
- Lo otro sería meterme a policía pero me pagarían menos.
Signos de confusión.
El primer día de clases, Andrés entregó una carta a su nueva maestra.
Estimada maestra yo no soy un muchacho lo que se dice flojo generalmente cumplo todas las tareas y leo bastante bien en lo que no pego una es con los puntos el año pasado la maestra Eulalia me corregía constantemente y yo como si viviera en otro planeta nunca supe qué hacer con ellos porque cuando yo escribía una coma ella decía que tenía que dibujar un paréntesis si yo ponía un punto ella decía que iba un punto y coma y me quedé siempre con la duda de qué se hace con esos otros puntitos que van de a tres o se colocan sobre las vocales para que suenen o rayitas delante de una oración por eso y para evitar futuros inconvenientes en este primer día de clase le voy a hacer entrega de bastantes para que usted los vaya colocando a su juicio en todas mis tareas y exámenes con respeto Andrés
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Y así continuaba en tres páginas.
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